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Sueño

Por Maria Elizabeth

¿No puedes quedarte mucho tiempo?

¡Checa este resumen!

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El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.

 

Aún no se tiene una idea clara acerca de por qué dormimos, además es poco probable que exista sólo una respuesta para esta pregunta, sin embargo, sí resulta evidente que diversos y muy importantes procesos fisiológicos, están estrechamente relacionados o incluso están determinados por el sueño o la periodicidad del mismo.

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Dormir menos de siete u ocho horas cada noche se ha relacionado con el deterioro cognitivo, la pérdida de memoria y posiblemente hasta la enfermedad de Alzheimer.

Todo lo que pasa en el cuerpo humano guarda un equilibrio, y si falla este equilibrio el organismo tratará por todos los medios de volver a recuperarlo. Gracias a los experimentos de privación de sueño se ha comprendido que cuando se elimina “completamente” la posibilidad de dormir en un organismo, sobreviene la muerte. Cuando se le priva de sueño temporalmente o parcialmente, es decir no se le deja dormir un día, o no se le permite tener alguna fase concreta de sueño, en el organismo se produce en respuesta un aumento de la fase que se ha anulado y de la necesidad de sueño en los días posteriores a dicha privación. Esto viene a confirmar que el organismo tratará por todos los medios de conservar su equilibrio recuperando aquello de lo que se le ha privado.

Estos mismos estudios han servido para acercarnos a la comprensión de las funciones del sueño y de sus diferentes fases. Aun estamos lejos de obtener respuestas claras respecto a este fenómeno, parece que el sueño no REM tendría una función relacionada con la reparación de tejidos corporales y conservación y recuperación de energía, mientras que durante el sueño REM predominarían los procesos de reparación cerebral (reorganización neuronal, consolidación y almacenamiento de recuerdos relevantes y eliminación y olvido de los que no lo son). De este modo podríamos explicar que cuando un organismo está aprendiendo algo, aumente durante su sueño la fase REM y que por otro lado, cuando está sometido a un fuerte desgaste físico aumente la fase no REM.

 

Una de las funciones más importantes del sueño es su contribución en la regulación de la temperatura corporal, funcionando como un termostato que mantiene la temperatura que el organismo necesita en cada momento en función de las actividades que se llevan a cabo en él para facilitar procesos metabólicos, hormonales, etc. Sin este importante termostato, el organismo moriría.

 

A medida que aumenta la supresión de sueño, vemos como se produce un claro deterioro en el funcionamiento diurno; se produce una disminución del rendimiento intelectual con dificultades de concentración y utilización de la memoria, así como de la capacidad de abstracción y razonamiento lógico. Disminuyen los reflejos produciendo un aumento del tiempo necesario para reaccionar a un estímulo, lo que puede favorecer el riesgo de accidentes de tráfico, domésticos y laborales. Aumenta la probabilidad de desarrollar trastornos psiquiátricos, ya que se producen alteraciones en el estado de ánimo aumentando los niveles de ansiedad e irritabilidad. La privación severa de sueño, puede precipitar la aparición de alucinaciones (confundiendo imágenes resultantes de la imaginación con la realidad), alteraciones neurológicas y ataques epilépticos.

Las necesidades básicas de sueño para mantener las funciones y supervivencia del organismo se sitúan sobre una media de 4 o 5 horas de sueño cada 24 horas. El resto de horas que dormimos contribuyen a mejorar nuestro bienestar y mayor calidad de vida, estimando que en una media de 8,3 horas podría encontrarse el punto optimo de descanso.

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El Dr. Murali Doraiswamy, investigador del cerebro en Duke University en Durham, Carolina del Norte, explica lo que hace el cerebro mientras dormimos.

  • Elimina las toxinas: La mayoría de las personas piensa que cuando duermen, su cerebro también duerme, pero hay partes del cerebro que son más activas durante la noche que durante el día. Una de estas partes es un sistema de drenaje recién descubierto denominado el sistema glinfático, su función es eliminar y reciclar las toxinas del cerebro. Una de las proteínas muy activamente recicladas mientras dormimos está implicada en el desarrollo de las placas amiloides, la característica distintiva de la enfermedad de Alzheimer. Nadie ha dicho que el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer se debe solo a la carencia de sueño, pero podría ser un factor.

  • Repara el desgaste por uso diario: Nuevas investigaciones indican que la carencia de sueño crónica puede causar daños cerebrales irreversibles, los períodos de desvelo prolongados pueden lesionar las neuronas esenciales para la lucidez y la cognición, daño que podría ser permanente. Las sustancias químicas secretadas durante las etapas más profundas del sueño son fundamentales para reparar el organismo.

Impone el orden frente al caos: A medida que nos ocupamos de las actividades diarias, exponemos el cerebro a miles de estímulos auditivos, visuales y neurosensoriales, pero le es imposible procesar toda esa información a medida que la recibe. Muchas de las actividades de etiquetado y almacenamiento de memorias se realizan por la noche mientras dormimos. Se parece a lo que sucede en las bibliotecas. Todos los libros en el depósito que se han devuelto durante el día se desempolvan y se catalogan por la noche. Las personas que duermen solo cuatro o cinco horas cada noche y piensan que se han adaptado bien, frecuentemente están equivocadas; las pruebas de memoria demuestran que no están funcionando de manera óptima.

Crea memorias: Una de las sustancias químicas implicadas en la creación de memorias, la acetilcolina, también forma parte del mecanismo de dormir y soñar. Lo que sucede en las personas que comienzan a desarrollar la enfermedad de Alzheimer es que las células del cerebro que producen la acetilcolina se destruyen y las personas dejan de soñar tanto como antes. Curiosamente, uno de los efectos secundarios del medicamento más usado comúnmente para tratar la enfermedad de Alzheimer, Aricept, es su capacidad para provocar sueños vívidos.

Ahora lo sabes, esperamos que esta información te sirva a la hora de elegir tus horas de sueño.

Cuidar de tu cerebro, it's a no brainer!

Fuentes de información:

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©2022 por Maria Elizabeth

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